La actividad, organizada por la Fundación Chilena del Pacífico, exploró los desafíos y oportunidades para el perfeccionamiento de los estándares ambientales, sociales y de gobernanza corporativa (ESG, por sus siglás en inglés) en nuestro país, su conocimiento y aplicación en el mundo empresarial y la experiencia internacional relevante para acelerar su desarrollo y puesta en práctica en Chile.
Las prácticas ESG en el ecosistema nacional, su importancia y las perspectivas de los directorios en Chile, así como los avances en el perfeccionamiento de estos estándares y los aprendizajes a partir de la evolución internacional de la regulación en finanzas sostenibles, fueron los temas centrales de un reciente webinar de la Fundación Chilena del Pacífico, actividad en la que participaron Alfredo Enrione, director del Centro de Gobierno Corporativo y Sociedad ESE Business School de la Universidad de Los Andes; Elanne Almeida, socia de Gobierno Corporativo y Sostenibilidad de EY Chile; y Juan José Tohá, director de Asuntos Corporativos y Sostenibilidad en LATAM.
El seminario analizó la importancia de los estándares ESG en el contexto mundial actual, así como el progreso en la práctica de las compañías y sus desafíos, como, por ejemplo, la complejidad para su estandarización a nivel nacional y regional. Entre otros puntos, la actividad abordó la experiencia corporativa y los esfuerzos de los directorios para lograr la eficiencia en el cumplimiento de los estándares ESG considerando tanto los costos y objetivos a corto y mediano plazo como aquellos de largo plazo y que consideren el impacto para las generaciones futuras.
La evolución de la sostenibilidad corporativa y el contexto de ESG
Elanne Almeida, socia de Gobierno Corporativo y Sostenibilidad de EY Chile, abordó cómo el calentamiento global impacta en la resiliencia de las compañías y cómo "el mercado financiero está haciendo que las compañías se hagan cargo de su impacto en el medioambiente". Almeida afirmó que “las mayores compañías del mundo prevén un impacto en cerca de 1 billón de dólares por el cambio climático en cinco años” y que el mercado reacciona promoviendo la sostenibilidad financiera por medio de iniciativas, pactos, lineamientos, principios y diferentes instrumentos que, desde los años noventa, han buscado progresivamente la “resiliencia de las compañías” y “hacerse cargo de los impactos” y de sus operaciones.
El mercado financiero no sólo hace que las compañías se hagan cargo, sino que midan, publiquen y reporten su impacto en el medioambiente, dijo Almeida. En Chile esto se refleja en la norma de carácter general (NCG) 461, explicó la experta, la que dijo que “convoca a las compañías y a los directores de las compañías a hacerse cargo de esta narrativa, de esta estrategia de evaluar los riesgos y la resiliencia en el largo plazo, medirlos y reportarlos”. Esta normativa hace que las compañías cumplan o expliquen por qué no pueden cumplir, agregó.
Almeida se refirió a los impactos financieros de las medidas que habrían de tomar las compañías con el aumento de la temperatura en el planeta y sostuvo que “el mercado financiero está muy alerta”. Agregó que en Chile se están tomando medidas como los bonos verdes, iniciativa en la que Chile “va avanzando” pese a no estar tan desarrollado como otros mercados. Agregó que, en la actualidad, “se instaló, además de la temática social, la urgencia de la discusión ambiental” en la agenda de los directorios chilenos.
Los estándares ESG según la perspectiva de los directorios de Chile
Alfredo Enrione, director del Centro de Gobierno Corporativo y Sociedad del ESE Business School de la Universidad de Los Andes, señaló que, si bien los invrsionistas están empujando una agenda ESG que “se está duplicando cada año”, los temas ESG “todavía generan confusión y escepticismo”.
Agregó que, en un estudio realizado por la ESE Business School en marzo de este año a los directores de las 275 empresas más grandes de Chile, se obtuvo respuesta de 122 directores sobre lo que estaba ocurriendo en sus empresas y el entorno en temas ESG. Entre otros resultados, dichas respuestas reflejaron que los avances de la implementación ESG son “relativamente tímidos” y los mayores avances se percibieron en “mejoras de proceso...en cambiar, perfeccionar e innovar en productos y de traer nuevas tecnologías para reducir, por ejemplo, emisiones”.
En términos de reportar, sostuvo Enrione, la mayoría de las compañías sólo reportaba aquello que la ley les obligaba, aunque algunas compañías tenían reportes de sostenibilidad. En cuanto a adoptar estándares, métricas y compromisos, aproximadamente sólo un tercio de estas compañías participaban en índices ESG, agregó.
Según el experto, la norma NCG461 crea una memoria integrada que “es mucho más que un nuevo documento” y “nos da un punto de partida para la materialidad”. Dicha memoria es mucho más que un nuevo documento, explicó Enrione, puesto que es un proceso de diálogo con los stakeholders, un compromiso público con ellos, una nueva forma de pensar en la empresa y una nueva responsabilidad para el directorio.. Sin embargo, destacó Enrione, “en los directorios no está el conocimiento”, sólo un 12% de los directores y directoras tienen experiencia relevante en la implementación de materias ESG y más del 50% no tiene ninguna experiencia práctica. Concluyó que “hoy hay un alto nivel de ignorancia en esta materia y hay una brecha que vamos a tener que cerrar muy rápido... el mundo privado va a tener que hacer un catch up y bien”.
Estrategias de sostenibilidad desde la mirada del sector privado
Juan José Tohá, director de Asuntos Corporativos y Sostenibilidad en LATAM, se refirió a la estrategia de sostenibilidad de LATAM y a la experiecia práctica de la puesta en marcha de acciones para el cumplimiento de los estándares ESG desde el mundo privado. Explicó que LATAM posee cuatro dimensiones en su estrategia de sostenibilidad, que son: la gestión ambiental, el cambio climático, la economía circular y el valor compartido.. Agregó que el tema de los indicadores es complejo y, al “ser poco comprensible, termina siendo poco creíble para los ciudadanos”. Necesita ser creíble y completamente transparente, con indicadores que les hagan sentido a los consumidores y la ciudadanía, afirmó.
Tohá hizo un llamado, en el contexto de una crisis de credibilidad de las memorias y reportes donde todas las compañías “cumplen a cabalidad”, a ser “más estrictos”. “La manera en que reportamos y la veracidad de esa información tiene que ser algo con lo cual tenemos que ser muy exigentes porque si no, terminamos dañando el instrumento que requerimos para estos fines”, señaló.
En cuanto a directorios e ESG, Tohá señaló que "lo peor que uno podría hacer es transformar esto en una discusión de un índice". A los directores hay que llevarles las conversaciones que son de fondo, de procesos más estructurales como, por ejemplo, la transición energética o el cómo transformar la manera en que se compra en una empresa circular, dijo. “Es ahí donde nosotros vemos el valor”, afirmó. Agregó que “cosas muy sencillas a bordo y en enmantenimiento generan impactos relevantes.” Hay que “conectar con el sentido que tiene... pensar en los hijos de uno”, destacó el director de Asuntos Corporativos y Sostenibilidad de LATAM.
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